Cada 6 de diciembre, día de San Nicolás (Patrón de los
almadieros) se celebra en Burgui la fiesta del Obispillo. Es una fiesta de
larga tradición en la que se nombra obispo a un niño o niña de 6 años, que va
vestido como obispo.
El obispo, que sólo se puede ejercer un año, viste a la
manera de un obispo, con una pequeña cruz de bronce en la mano. Le escoltan dos
canónigos, vestidos de tales. Se eligen entre los pequeños, para que destaque
la superioridad física (y por ende jerárquica) del obispo sobre ellos.
Los clérigos (es decir, el obispo y los canónigos) cubren
sus cabezas de acuerdo con su cargo, mientras el resto porta unas gorras
militares, copia de las usadas durante la Guerra de Cuba (azules con unas tiras
rojas en la parte superior).
Acompañados de los restantes niños del pueblo van bendiciendo
todas las casas, mientras cantan una canción tradicional y recogen los
caramelos que les dan en las casas.
De los demás alimentos que se colecten se encargan los
cesteros: con un cestillo de mimbre cada uno, se reparten los géneros de modo
que uno recoge las manzanas, otro las nueces, castañas, huevos,
etc.
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La comitiva a las puertas de Elizpe ( 6.12.2001 ) |
Van de casa en casa cantando en cada una lo siguiente:
Hoy es el día de San
Nicolás,
todos los niños de fiesta están,
en esta casa todos esperan la limosnita que nos alegra,
el señor Obispo nos las bendecirá.
Vengan, vengan los huevos,
las churras y los cuartos y alguna otra cosita,
que si no, nos vamos.
Si nos dan o no nos dan,
las gallinas camparán.
La patrona de esta casa es una santa mujer,
pero más santa sería si nos dieran de beber.
Compadézcanse señores de estos pobres estudiantes,
que celebramos la fiesta, muy contentos y galantes.
todos los niños de fiesta están,
en esta casa todos esperan la limosnita que nos alegra,
el señor Obispo nos las bendecirá.
Vengan, vengan los huevos,
las churras y los cuartos y alguna otra cosita,
que si no, nos vamos.
Si nos dan o no nos dan,
las gallinas camparán.
La patrona de esta casa es una santa mujer,
pero más santa sería si nos dieran de beber.
Compadézcanse señores de estos pobres estudiantes,
que celebramos la fiesta, muy contentos y galantes.
Tras el canto, el
obispo bendice la casa con esta fórmula:
La bendición de Dios
Padre,
la bendición de Dios Hijo,
la bendición del Espíritu Santo.
Que Dios descienda sobre esta casa y la bendiga por los siglos de los siglos. Amén.
la bendición de Dios Hijo,
la bendición del Espíritu Santo.
Que Dios descienda sobre esta casa y la bendiga por los siglos de los siglos. Amén.
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El Obispillo (6.12.1992) |
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